Me encanta aplicar el kinesiotape a mis clientes… pero odio quedarme delante del cliente unos minutos cortando el kinesiotape.
Así que me dije: pues lo tienes que tener ya cortado, Eva.
Eso solucionó el problema pero entonces tuve otro: ¿cómo evitar que las tiras se arruguen, se curven, se llenen de aceite, se separen del papel…?
Tras probar varios métodos encontré el mejor, y aquí te lo cuento.
Lo primero: cortar las tiras (pero muchas)
Ponte una peli o tu serie favorita, coge unas tijeras bien afiladas y unos cuantos rollos de kinesiotape y de varios colores, pon cerquita una papelera para los recortes que desechemos… ¡y a cortar!
Corta un poco de todo, sobre todo aquellas formas que son más engorrosas de cortar: pulpos, uves, íes pequeñas, pero también íes normales.
Y córtalo todo con diferentes largos, diferentes anchos y diferentes colores, porque a los clientes les encanta poder elegir un color u otro.
Para cortar más rápido el kinesiotape puedes usar el artilugio llamado “Cutape”, cuyo funcionamiento lo tienes explicado en este artículo:
✂ CUTTAPE Cómo CORTAR el KINESIOTAPE rápidamente ❓ Cortar pulpos ? de vendaje neuromuscular o KTape
De este modo podemos cortar realmente rápido pulpos, además obteniendo unos brazos totalmente iguales, cosa que a veces con la tijera se nos hace cuesta arriba.
Resumiendo, eliges un cabezal de entre todos los que te vienen con el pack:
Pones la venda dentro, con el papel mirando hacia arriba, cierras el dispositivo para que baje la cuchilla, estiras en línea recta y ¡listo!, tu kinesiotape cortado en un plis.
Las vendas que obtienes del cutape las puedes dejar tal cual, con una base uniendo 2, 3, 4 o 5 brazos, o puedes acabar de cortar los brazos para usarlos como íes.
Con todas tus tiras ya cortadas (recuerda que siempre has de recortar los extremos), es el momento de guardarlas.
Si has probado a guardar tiras ya cortadas en cajas habrás visto que las vendas se arrugan, si tienes cremas o aceites cerca corren el riesgo de mancharse, si llevan mucho tiempo en la caja empiezan a separarse del papel… todo cosas que no nos interesan.
Así que, tras probar diferentes métodos de ordenación, di con el que mejor me ha funcionado: una carpeta de anillas con portafolios transparentes (también puedes usar un clasificador que lleve las fundas transparentes integradas).
En cada funda puedes guardar las vendas que has cortado agrupadas por colores, por largos, por anchos, por formas… tú eliges la clasificación que más te convenga.
El resultado, y toda la explicación, la puedes ver en este vídeo:
