Una de las preguntas más frecuentes que nos encontramos con nuestros alumnos y alumnas principiantes, así como los masajistas experimentados que no se han actualizado y sobre todo todos nuestros clientes como terapeutas.
¿Qué es una contractura?
¿Cómo puedo hacer un masaje descontracturante?
¿Cómo se quita una contractura?
¿Cómo quitar una contractura en la espalda?
¿Tienen que ver con el estrés?
Qué Es una Contractura, Causas y Cómo Masajearlas
Tabla de Contenidos
Con toda la última evidencia científica en la mano y la experiencia directa que da trabajar más de 14 años con personas con contracturas de todas las edades y géneros, esto es todo lo que debes saber y lo más actualizado sobre las contracturas y los masajes descontracturantes.
Qué Es Una Contractura (de Espalda, Cuello… da lo mismo)
Antes de ponernos a “descontracturar”, debemos saber que la palabra contractura se ha usado tradicionalmente como una palabra comodín, sin ni siquiera llegar a palpar muchas veces por parte del médico colegiado, en base a una serie de síntomas que describe el paciente, como rigidez, dolor muscular, ciertas zonas con mayor tono o dureza, etc., por lo que se producen ideas erróneas asociadas.
Debemos saber una cosa muy importante: En los músculos no nos aparecen “nudos” ni bultos, y si se diera el caso de encontrarnos bultos en la musculatura, deberíamos acudir a la consulta médica inmediatamente.
¿Qué Sabemos?
Se liberan ciertas sustancias proinflamatorias que son capaces de generar dolor y, lo que sabemos gracias a la ciencia, es que este dolor está relacionado con la falta de movimiento, por lo que lo primero que debemos hacer para “descontracturar” un músculo es intentar movernos más.
En este sentido es muy importante que nosotros como terapeutas o el cliente tengamos claro que un papel activo es básico y de vital importancia para que el dolor mejore, olvida eso de “reposo”: muévete o conciencia a tu cliente o clienta de que se mueva más.
Las contracturas en si mismas no se ven, pero sí podemos llegar a notar a punta de dedo bandas tensas dentro del tejido muscular, igual que pueden llegar a verse vía ecografía.
Desarrollar la palpación y la sensibilidad de nuestra técnica manual será fundamental.
Muchos fisioterapeutas, terapeutas y quiromasajistas defienden que no pueden palpar contracturas o no las encuentran, y otros muchos tienen una facilidad pasmosa para encontrar puntos dolorosos dentro de una banda tensa, atendiendo siempre al feedback por parte del cliente.
Por lo tanto, más que la contractura, lo que nos interesa es el punto doloroso o zonas y grupos musculares que presenten más dolor dentro de la banda tensa de cada paquete muscular.
Cuando un cliente habla de tener una contractura, lo asocia con que debe relajar el músculo, estirarlo o relajarlo, no cargar peso o no forzarlo, y esto no es siempre así, e incluso muchas veces todo lo contrario.
Causas de las Contracturas
El paciente más común es el paciente con un trabajo sedentario: Imaginemos al típico taxista o conductor de autobús, o un oficinista con muchas horas delante del ordenador, con el teclado y el ratón, un diseñador o un trabajador de un banco o seguro.
Este cliente normalmente se queja de dolor cervical, dolor de hombro o trapecio y espalda alta.
Nunca debemos decirles nosotros que tienen una contractura, si no preguntarles qué creen que les pasa.
Muchas veces la respuesta es que tienen muchas contracturas y necesitan relajar el músculo, quitar las contracturas.
Lo que debemos explicarles es que pasar muchas horas en una misma postura genera toda una serie cambios que afectan al sistema nervioso: la falta de movimiento o el hecho de estar tantas horas en una misma postura generan una falta de oxígeno y flujo sanguíneo que produce dolor:
Por tanto, nuestro cuerpo nos está avisando, necesita comunicar que esa postura “forzada” por nuestro trabajo le impide oxigenarse y recibir los nutrientes de manera adecuada.
La manera de que nuestro sistema nervioso se comunique con nosotros es esta sensación de dolor que, muchas veces, llega a ser insoportable para el cliente o para nosotros mismos (a esto se le llama dolor isquémico).
Al pasar mucho tiempo en esta postura forzada nuestro sistema nervioso nos avisa de la disminución de oxígeno y genera unas sustancias químicas que son captadas por los receptores, enviando una señal a nuestra médula espinal, a nuestras neuronas de segundo orden, que son capaces de generar dolor.
Si nosotros ignoramos esta señal que nos está enviando el cuerpo, se generarán más sustancias y más receptores, generando más dolor a medio y largo plazo, siendo cada vez más sensible y dolíendonos cada vez más y doliendo cada vez antes.
Cómo Quitar las Contracturas
Nosotros en nuestra cabina lo que podemos hacer es mitigar el dolor con terapia manual, con masajes, como masajistas somos capaces de “relajar esa musculatura”, aumentar la circulación sanguínea del músculo, movilizar las fibras musculares y en consecuencia producir una mayor oxigenación y aporte de nutrientes al músculo.
Esto lo conseguiremos aplicando tras las fricciones iniciales amasamientos palmodigitales, nudillares, amasamientos digitales y remociones pulgares, siempre con la presión adecuada, que es la que no genere un dolor agudo a nuestro cliente, durante el tiempo suficiente.
La idea que tienen muchos estudiantes y muchos clientes es que ellos acuden a su terapeuta, que arregla su contractura y así se soluciona su problema, y esto no es así.
Como ya hemos dicho en un principio, el alivio y mejora de los síntoma del paciente es casi inmediato gracias a los masajes, y le ayudamos a retomar su actividad sin ese dolor tan agudo, pero no es la solución al problema, ya que el problema es neurofisiológico, por lo que deben trabajar con nosotros, por lo que podemos corregir su postura, y deben movilizar la zona.
Lo ideal, sería parar una vez cada 10 o 15 minutos y movilizar la zona, hacer rotaciones o movilizar el músculo y además hacer algunos ejercicios simples que den el estímulo mecánico suficiente al músculo (los ejercicios deben ser simples y sencillos y deben estar sujetos a cada cliente, por lo que la individualización será la clave).
Con esto y unos cuantos masajes, nuestro cliente sí solucionará su problema de contracturas.
Descontracturar a nivel manual es sencillo: solo debemos amasar y mejorar la circulación o rigidez de la musculatura, pero el papel activo para que el cliente tome conciencia y trabaje codo con codo con nosotros en casa será la clave para que el masaje descontracturante funcione y además encontrar la solución al problema para siempre.
La Importancia de Una Buena Formación en el Masaje
Como hemos dicho antes, cada caso al que nos enfrentemos será diferente, el seguimiento de cada caso particular, la versatilidad y el conocimiento, son los que dan la clave para conseguir el mejor tratamiento posible: informaos y formaos bien.
Por eso, y es uno de los motivos por los que estoy más orgulloso, nuestros cursos online se basan siempre en la ciencia y desde un punto de vista multidisciplinar
Nuestros apuntes hechos por fisioterapeutas y licenciados en biología, microbiólogos, osteópatas, especialistas en el deporte o el masaje, nutricionistas, enfermeros, masajistas con una experiencia empírica demostrada o esteticistas del más alto nivel.
Porque entendemos que el curriculum del profesor es una parte fundamental a la hora de transmitir un conocimiento de calidad, puesto que cuánto más sepa, más cosas podrá transmitir a sus alumnos.
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